Editorial: Dark Horse Comics
Año: 2018
Guion: H. P. Lovecraft
Dibujo y adaptación: I.N.J. Culbard
Reseña: Kal-El
Sinopsis
«Me veo obligado a hablar, pues los hombres de ciencia se niegan a seguir mi consejo sin saber por qué. Si explico las razones por las que me opongo a esta planeada invasión de la Antártida —con su extensa búsqueda de fósiles y su minuciosa perforación y fundición del antiguo casquete glacial— es totalmente en contra de mi voluntad y mis reticencias son aun mayores porque es posible que sea en vano. Es inevitable que los hechos, tal como debo revelarlos, susciten dudas, pero si suprimiera todo lo que parece extravagante o increíble no quedaría nada. Las fotografías guardadas hasta ahora, tanto las aéreas como las normales, hablarán a mi favor, pues son tremendamente gráficas y elocuentes».
De haber vivido en otros tiempo, me lo imagino con barba larga y un báculo en la mano. Bien podría haber pasado por un profeta.
La fuerza de sus palabras se quedan en la memoria por largo, largo rato. Después se convierten en un eco y finalmente en una sombra que ya no te abandona. Eso es aterrador.
Debido a lo «breve» de la narración, aprovecho para hacer un solo viaje. Aquí va pues, el libro y el cómic.
Citas:
«El 7 de noviembre, tras haber perdido de vista temporalmente la cordillera occidental, pasamos la isla de Franklin, y al día siguiente divisamos las cimas de los montes Erebus y Terror en la isla de Ross.»
«Danforth era un gran lector de libros raros y nos había hablado mucho de Poe, en quien yo mismo estaba interesado por la escena antártica de su único relato largo — las turbadoras y enigmáticas Aventuras de Arthur Gordon Pym—.»
«Esas masas viscosas eran sin duda lo que Abdul Alhazred llama asustado Shoggoths en su temible Necronomicón.»
«Desde aquellas estribaciones las negras laderas salpicadas de ruinas se alzaban severas y pavorosas, y volvieron a recordarnos las extrañas pinturas asiáticas de Nikolái Roerich.»
«En raras ocasiones ha susurrado cosas absurdas e inconexas sobre «la sima negra», el «borde tallado», «los proto-Shoggoths», «las moles sin ventanas y con cinco dimensiones», «el cilindro sin nombre», «el faro antiguo», «Yog-Sothoth», «la gelatina blanca primordial», «el color llegado del espacio», «las alas», «los ojos en la oscuridad», «la escalera a la Luna», «lo original, lo eterno, lo que no muere» y otras ideas no menos extrañas, pero cuando consigue dominarse, lo niega y lo atribuye a las curiosas y macabras lecturas de años anteriores. De hecho, se sabe que Danforth es de los pocos que se han atrevido a leer hasta el final el ejemplar roído por los gusanos del Necronomicón que se conserva bajo llave en la biblioteca de la facultad»
Lo bueno en la narración:
La velocidad de la narración, si estas esperando a que te de un respiro antes de pasar a alguna de las salas que se encuentran a oscuras, olvidalo.
La cantidad de información «científica» mezclada con la «realidad». Cuesta mucho, mucho trabajo no creer que esto podría pasar en realidad. Incluso la descripción de la perforadora es creíble: los materiales y la disposición de las piezas.
La altura de las montañas y la descripción de la ciudad.
El viaje al interior de las cavernas de la antigua y abandonada ciudad, el encuentro con 4 de los 8 cuerpos desaparecidos de la expedición humana.
Lo bueno en el cómic:
Comenzamos con la misma frase que en el cómic, hay un respeto por el canon. Las primeras viñetas tiene la frase «Tekeli-li». Estas solo tienen un sentido al final de la narración.
La logística del viaje esta mas que bien representando, tanto en los textos como las viñetas que lo soportan.
Está mas que bien representada la tensión que se transmite por ondas de radio entre los dos campamentos.
Terminamos con las misma viñetas con las que comenzamos.
Lo mejor en la narración:
El cierre de la narración.
Como si no fuera suficiente haber pasado por todos los horrores, la salida de las montañas le regala a Danforth, uno de los jóvenes más brillantes a bordo de la expedición, una última postal del aquello a lo que los Ancianos le tenían pavor.
Lo mejor en el cómic:
Las imágenes de los corredores, el descubrimiento de los trineos dentro de una de las cavernas.
En encuentro y huida de los pingüinos mutantes.
Lo malo en la narración:
Pues ... la repetición de las frases en las montañas de la locura, muerto por eones, antes de que el hombre fuera una especie.
Ya entendí, ya entendí. Estoy ante algo que es mas grande que yo. No tengo escapatoria.
Lejanos tambores de guerra empezaron a resonar en mi cabeza:
En la primera temporada de The Terror, los barcos se llaman Terror y Erebus. En la narración, las montañas a las que se van acercando tienen estos nombres.
Los nombres de los barcos (como no podían ser de otra manera) son el Miskatonik y Arkham.
Te dejo pistas: una especie sepultada en el hielo desde hace mucho tiempo. No son de este planeta. Son inteligentes. Fueron desenterrados por curiosidad científica. Se traga a la mayoría de los integrantes, incluyendo a los perros de los trineos. ¿Un cierto aire a The Thing de Carpenter?
Valor 5/5 Imperdible.
Reseña previamente publicada en El color que vino del espacio.
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